jueves, 25 de julio de 2019

GARANTÍAS PRESIDENCIALES

¿Era necesaria la firma de una carta ante notario público para asegurar que el presidente no buscará la reelección presidencial? Quizá la pregunta más importante es saber ¿por qué AMLO debe ofrecer esa garantía que no habían realizado antes ningún presidente posrevolucionario? ¿cuál es la razón de fondo? ¿qué tan fácil o difícil es reformar la legislación para permitir la reelección presidencial? 

Podemos iniciar en el orden inquisitorio anterior: No, no era necesario, pues en ningún momento el presidente ha mencionado ese tema como tal. El tema de la reelección presidencial inició en el congreso por la propuesta de AMLO para la revocación de mandato, y a la cual piensa someterse en 2021. De pronto la oposición tergiversó una iniciativa que es bienvenida y que obliga por sí misma a los mandatarios a dar lo mejor de ellos en sus labores para poder aprobar el examen en que el pueblo es el gran juez. Era un tema que ni siquiera le debe quitar el tiempo al mandatario, pero en un acto de inclusión, el presidente ha firmado ante notario público esa carta compromiso y además de ello, ha enviado al congreso la iniciativa de revocación de mandato. 

Después de la revolución, se instauró en México la llamada dictadura perfecta, o monarquía sexenal priísta, por lo que no era necesaria la reelección, pues el mismo PRI se aseguraba de mantener siempre el poder para unos cuantos privilegiados sin necesidad de violar los principios antiporfiristas que marcaron al movimiento revolucionario. La llamada “familia revolucionaria” se hizo del poder sin necesidad de reformas constitucionales y sin trastocar el espíritu maderista de la no reelección; por ello, la llegada de un movimiento de izquierda a la presidencia de la república en un contexto democrático y con los antecedentes de otras latitudes en donde se han modificado constituciones para permitir la relección presidencial indefinida; alertan a estos grupos ahora opositores sobre la posibilidad de que este nuevo gobierno genere buenos resultados y que el mismo pueblo reclame la permanencia del mismo por un periodo de tiempo indefinido. Lo cual significaría su imposibilidad de recuperar el poder. 

La razón de fondo, sin duda alguna, es tratar de mancillar la imagen de un presidente que aun y sus yerros, ha realizado profundas reformas que ofrecerán resultados en el mediano plazo y que además atenta contra muchos privilegios enquistados durante muchos años y supone además una amenaza contra aquellos que hicieron daño a México y cuyas ignominias quedaron en la impunidad. Ahora bien, lo que se necesitaría para realizar una reforma que permitiera la relección, sería, en primer lugar, que diputados y senadores aprobaran la reforma, después, que 17 estados con sus respectivos congresos aprobaran esa reforma y, finalmente, que la Suprema Corte declarara que la reforma es constitucional. Estamos hablando de que los tres poderes de la nación se coordinaran y actuaran en comparsa para llevar a cabo esta reforma que permitiera la reelección presidencial. No es cosa menor, además, AMLO ya ha sido jefe de gobierno y por su mente jamás pasó la idea de la reelección, es decir, se trata de un político que conoce la limitación temporal del poder. 

Este presidente sigue ofreciendo garantías innecesarias a una oposición rabiosa y aversiva que sin duda buscará resquicios para poder seguir colando sus absurdas acusaciones.