miércoles, 27 de junio de 2018

RAZONES PARA VOTAR


La hora ha llegado; el sexenio 2012-2018 agoniza y con ello el proceso electoral que dio inicio en octubre del año pasado, ha llegado a su fin. Es momento de que el grueso de los mexicanos, mediante el ejercicio del sufragio, decidamos el futuro de este país para los próximos seis años. Independientemente de las opciones políticas que se ofertan en esta elección y dejando de lado las preferencias electorales medidas a través de encuestas que definen claramente un contendiente favorito entre la población, no cabe duda de que este proceso es la oportunidad de que los mexicanos hagan valer un derecho político que ciertamente es una característica esencial de nuestra democracia, me refiero al derecho al sufragio. Y es que es preciso señalar que los dos pasados procesos electorales federales en que elegimos presidente, es decir, 2006 y 2012, observan una particularidad en común, y es que los niveles de participación en esas elecciones no han podido superar los niveles de participación de la elección del 2000, año considerado como el de la alternancia política y de la democratización de nuestro sistema político; como si los votantes se hubiera desilusionado de la actuación de gobiernos diferentes al llamado oficialismo. Por ello, es importante que como ciudadanos sigamos participando sin perder el entusiasmo y la virtud cívica de la participación. Por otro lado, otra razón muy poderosa es la económica, pues el costo total de la elección de 2018, teniendo en cuenta el gasto electoral que incluye tanto al INE como al TEPJF, más las prerrogativas de los partidos políticos, tenemos como resultado un costo de más de 28 mil millones de pesos, gasto que resulta bastante cuestionable si tenemos en cuenta que en la pasada elección no votaron el 40% de los mexicanos con derecho a voto, por lo que tenemos entonces recursos invertidos sin beneficio alguno. Así mismo, debemos ir a votar para fortalecer la representatividad y la legitimación de quien resulte electo, es decir, del 60% de ciudadanos que votan, sus votos se fraccionan entre las diversas opciones políticas, por lo que regularmente 4 de cada 10 mexicanos son los que deciden por los otros 6 el futuro económico, social, educativo, político y cultural de este país durante seis años.  De igual manera, es importante señalar que no solo elegiremos presidente de la república, sino diputados y senadores y en algunos estados cargos de elección popular locales como ayuntamientos, por lo que tenemos el poder de dejar en el camino a candidatos a diputados, regidores, alcaldes y senadores cuyas propuestas o trayectorias sean mediocres o cuestionables y no cumplan con las expectativas de lo que las necesidades de una comunidad reclaman.
Ya sea por incrementar los niveles de participación ciudadana en un claro fortalecimiento de nuestra democracia electoral, ya sea por no desperdiciar recursos ya asignados a nuestro sistema político, ya sea por otorgar certeza de mandato a quien nos gobierne desde la presidencia o la alcaldía, o nos represente ante el congreso, o bien ya sea para dar castigos u oportunidades a políticos de cualquiera de los tres ámbitos de gobierno, los ciudadanos no podemos perder la oportunidad de dejar de lado un derecho que nos vuelve piezas fundamentales en la construcción del futuro de nuestra nación. Así que sin dilaciones no excusas: todos a votar.