Por sus declaraciones no parece ser más que otro iluso,
tanto por pensar que su cada vez antidemocrático partido le dará la oportunidad
real de ser candidato presidencial, escenario que nunca veremos hecho realidad,
así como sus falsas esperanzas de ser presidente de la república al ser
antecedido por una campaña inflada de virtudes como ex gobernador fácilmente cuestionables.
Rafael Moreno Valle ha sido categórico al afirmar que si no hay un proceso
democrático en la extraña capirotada denominada Frente Ciudadano (PAN y PRD),
él no participará, pues no se prestará a una farsa. De pronto parece que el ex
gobernador poblano es un tanto bromista, pues dentro de su partido, cualquier
panista con dos dedos de frente sabe que el “dedazo azul” será direccionado al
presidente nacional de dicho partido: Ricardo Anaya. Margarita Zavala, por su
parte, lo entendió y decidió renunciar. La otra cara del frente, el PRD, es
solo un pez piloto que ante la terrible diáspora interna que ha sufrido, ha
buscado la sombre de alguien con más tamaño para evitar tragedias como la
pérdida del registro y, además, hacer uso de las reglas electorales que traen
muchos beneficios a las coaliciones de partidos. Mancera parece ser otro iluso
que también piensa que tiene una oportunidad en esta extraña unión de fuerzas
que simplemente no augura nada bueno. Pero regresando al “gobernador que
transformó Puebla”, tal cual reza la agresiva campaña mediática que lanzó el
panista poblano en sus últimos días como gobernador, antes de pensar que su
figura representaba la solución a los problemas de este país y decidir suspirar
por la candidatura de su partido, su pretensión resulta bastante cuestionable,
pues como gobernador ha sido acusado de permitir el crecimiento de los huachicoleros
y la despiadada ordeña de PEMEX por estos delincuentes ante la permisividad del
entonces gobierno de Moreno Valle, esto ha traído un auge exponencial del
crimen organizado. Otro de los puntos cuestionables del panista, es el terrible
endeudamiento en que ha dejado a la entidad, que será sin duda la deuda pública
más grande de nuestro país, algunas estimaciones hablan de más de 70 mil
millones de pesos, con lo que hace que deudas como la de Coahuila, sean cosa
menor. La pobreza en Puebla, a pesar de la millonaria deuda, aumentó en más de
3%, según datos del semanario Proceso. Finalmente, la corrupción fue una de las
características de su gobierno, pues obras de costos de 8 mil millones,
terminaron costando más de 30 mil de manera inexplicable. Esto solo por mencionar
algunos ejemplos que vuelven poco viable la posibilidad de que este tipo pueda
ser presidente, siendo más bien un verdadero riesgo para nuestro país. Pero
supongamos que los ciudadanos olvidan la pusilanimidad de Moreno Valle como
gobernador, el poblano no deja de ser un simple iluso, que cree poder doblegar
al presidente del CEN del PAN, quien ha trabajado intensamente para ser el abanderado
del frente ciudadano y que no piensa ceder el lugar que con mucho cuidado ha
ido preparando.
Moreno Valle, habla de que una imposición en la
selección del candidato presidencial sería “un madrazo” contra el frente
ciudadano, lo cual desembocaría en la ruina de esta extraña unión. Quiere
ciudadanizar la decisión, como si su pésima actuación como gobernador pudiera
asegurarle una posibilidad en caso de que se democratizara la selección del
candidato. Por donde se vea, Moreno Valle, es ya un cadáver político.