miércoles, 26 de abril de 2017

IGNORANCIA Y DISPARATES

“Aquél que no sabe a dónde va, ya llegó, porque cualquier lugar es su destino”, con esta frase, Séneca nos dejaba ver la importancia y trascendencia de la planeación, tanto en la vida personal como en la vida institucional. Y es que, definitivamente, sin una planeación basada en FACTIBILIDADES tanto financieras, como técnicas, el resultado en una navegación al garete. Gran parte de la culpa de que la mayoría de los 2,456 municipios de México se encuentren subdesarrollados, recae directamente en la ausencia de una hoja de ruta que defina el proceder de las administraciones públicas sin importar en absoluto el ismo político del que se trate. Esta planeación, definitivamente, puede observarse en la concepción que el equipo que conforma el gobierno viene delineando desde momentos pre electorales, es decir, las propuestas presentadas durante las campañas electorales. En ese sentido y a propósito del actual proceso electoral en Coahuila, y en términos generales, pero también particularizando en la región de los cinco manantiales, los contendientes auguran simplemente más de lo mismo: mediocridad y subdesarrollo. Las propuestas presentadas por los aspirantes a las alcaldías de esta región han presentado propuestas que pueden dividirse en dos grandes aristas: La ignorancia y los disparates. Ignorancia cuando proponen reformas en ámbitos ajenos a la competencia y jurisdicción legal de un presidente municipal, como, por ejemplo: aumentar los salarios, reformar sistemas educativos, disminuir precios de materias primas, controlar procesos inflacionarios. Resulta absurdo que no puedan entender que existen tres ámbitos de gobierno con facultades bastante delimitadas que estriban en ordenes jurídicos también bastante disímbolos. Resulta una pifia el que un aspirante asegure que incrementará los salarios cuando estos están limitados por la inflación y ésta última limitada por las decisiones del Banco de México al modificar las tasas de interés, pero esto está muy alejado de la comprensión de estos aspirantes. Por otra  parte, si las propuestas no están empapadas de ignorancia, lo están de disparates, pues resulta bastante absurdo que prometan acciones que simplemente escapan al análisis racional y factible de una política pública, pues proponer, por ejemplo, médico a domicilio cuando cada familia lo necesite, solo refleja la falta de un estudio serio sobre dicha propuestas que en términos simples tiene solo dos posibles resultados: que simplemente no se aplique o que se lleve a cabo erogando una cantidad de recursos que tendrá que ser cubierta con deuda municipal mediante la contratación de créditos heredando un problema mayor a las administraciones posteriores, pero esto, es lo último en lo que piensan los aspirantes. Desde luego que hay otros que se han desgarrado las vestiduras al ocupar gran parte de los 60 días de campaña “tocando almas”, como si se tratara de curas en plena evangelización o exorcistas extrayendo demonios de cuerpos infestados en plena actitud de incentivar respuestas emocionales y no racionales a falta de propuesta serias y bien fundamentadas, pero esa es otra historia y cualquier paralelismo con la realidad simplemente es fortuito. Sigo esperando propuestas fundamentadas en temas como: reducción de gasto en nómina, creación de medidores de eficiencia gubernamental por direcciones y departamentos; confección del reglamento de vialidad y tránsito municipal; presupuestación “base cero” en las dependencias de la administración pública para ahorrar y optimizar gasto; presupuesto participativo; transparencia en ingresos y egresos; gestión de recursos federales a través de los ramos 33 y 28; impulso del sector terciario; etc. En fin, al final, disparates que solo traerán más de lo mismo y con ello, reforzar el viejo adagio: “cada pueblo tiene el gobierno que merece”.