miércoles, 28 de septiembre de 2016

CABILDO DILETANTE

Explorar los intestinos de la administración pública es siempre emocionante, aunque de escarbar tan profundo suele uno encontrarse con situaciones bastante desconcertantes, inexplicables, sospechosas y definitivamente sorprendentes que terminan rayando en la indignación la mayoría de las veces.  Tal es caso del cabildo de la ciudad de Allende, Coahuila, pues una vez analizado el desempeño de dicho cuerpo colegiado, inmediatamente podemos deducir el motivo por el cual los municipios de esta región no abandonan el subdesarrollo y la mediocridad. Previa solicitud de información, dicho órgano de autoridad municipal observa deficiencias bastante evidentes que ponen en tela de juicio el profesionalismo que debe existir en dicho recinto. Y es que para empezar, se supone que cada regidor está asignado a una comisión en particular, a la que se supone deben dirigir sus esfuerzos y tiempo, ante lo cual no sucede de ninguna manera en el caso que nos ocupa. Por ejemplo, el décimo regidor, José Miguel Ramírez Salas, se desempeña en las comisiones de bienes municipales, derechos humanos, equidad y género, servicios públicos, panteones, ecología y al mismo tiempo preside la comisión de desarrollo económico y turismo. Pues bien, la agenda de dicho regidor ya desahogada en los primeros meses de este año se remite a lo siguiente: desfiles, participación a  eventos, ceremonias cívicas y reuniones de cabildo, es decir, absolutamente nada relacionado con las comisiones en las que se supone debe trabajar. No he visto, por ejemplo, una sola iniciativa o un foro o capacitación en derechos humanos para elementos policiacos que haya gestionado dicho regidor. En las demás comisiones el desempeño es el mismo a pesar de los 26,210.00 pesos que cobra de manera mensual. Otro caso similar es el del quinto regidor, Francisco Javier Morado Sotelo, quien es comisionado en desarrollo rural, gobernación y reglamentos y quien en su agenda ya desahogada, muestra lo siguiente: presente en desfiles, presente en paradas cívicas, visita diaria al seguro social… es decir, absolutamente alejado a años luz de sus comisiones, o quizá pertenece a la comisión de salud por sus constantes visitas al nosocomio y olvidó manifestarlo en la respuesta a la solicitud de información. Las situaciones son repetitivas, tal es caso de Leonor Minerva Beltrán Martínez, quien está asignada a las comisiones de espectáculos, derechos humanos, equidad y género, recreación y deporte y cuya agenda ya desahogada supone: asistencia a  ceremonias públicas, desfiles y supervisión de trabajos del municipio, el mismo mal se presenta en la segunda regidora (aunque en la respuesta dos mujeres afirman ostentar la segunda regiduría), quien únicamente ha participado en ceremonias, desfiles y las obligadas juntas de cabildo a pesar de estar asignada a comisión de transporte, servicios públicos y áreas verdes. Además de Cari Isabel Villegas Rodríguez (la otra segunda regidora), quien muestra trabajo, pero no comisiones asignadas, por lo que es imposible evaluar su desempeño, los demás no enviaron absolutamente nada de información, es decir, además de diletantes, conculcadores de derechos humanos al violentar el artículo sexto constitucional y no entregar información pública. Cabildo sin rumbo, al garete, diletante, mediocre, fuera de lugar y alejado de sus funciones, la causa del subdesarrollo es más que evidente.