Explorar los intestinos de la administración pública es siempre
emocionante, aunque de escarbar tan profundo suele uno encontrarse con
situaciones bastante desconcertantes, inexplicables, sospechosas y
definitivamente sorprendentes que terminan rayando en la indignación la mayoría
de las veces. Tal es caso del cabildo de
la ciudad de Allende, Coahuila, pues una vez analizado el desempeño de dicho
cuerpo colegiado, inmediatamente podemos deducir el motivo por el cual los
municipios de esta región no abandonan el subdesarrollo y la mediocridad.
Previa solicitud de información, dicho órgano de autoridad municipal observa
deficiencias bastante evidentes que ponen en tela de juicio el profesionalismo
que debe existir en dicho recinto. Y es que para empezar, se supone que cada
regidor está asignado a una comisión en particular, a la que se supone deben dirigir
sus esfuerzos y tiempo, ante lo cual no sucede de ninguna manera en el caso que
nos ocupa. Por ejemplo, el décimo regidor, José Miguel Ramírez Salas, se
desempeña en las comisiones de bienes municipales, derechos humanos, equidad y
género, servicios públicos, panteones, ecología y al mismo tiempo preside la
comisión de desarrollo económico y turismo. Pues bien, la agenda de dicho
regidor ya desahogada en los primeros meses de este año se remite a lo
siguiente: desfiles, participación a
eventos, ceremonias cívicas y reuniones de cabildo, es decir, absolutamente
nada relacionado con las comisiones en las que se supone debe trabajar. No he
visto, por ejemplo, una sola iniciativa o un foro o capacitación en derechos
humanos para elementos policiacos que haya gestionado dicho regidor. En las demás
comisiones el desempeño es el mismo a pesar de los 26,210.00 pesos que cobra de
manera mensual. Otro caso similar es el del quinto regidor, Francisco Javier
Morado Sotelo, quien es comisionado en desarrollo rural, gobernación y
reglamentos y quien en su agenda ya desahogada, muestra lo siguiente: presente
en desfiles, presente en paradas cívicas, visita diaria al seguro social… es
decir, absolutamente alejado a años luz de sus comisiones, o quizá pertenece a
la comisión de salud por sus constantes visitas al nosocomio y olvidó
manifestarlo en la respuesta a la solicitud de información. Las situaciones son
repetitivas, tal es caso de Leonor Minerva Beltrán Martínez, quien está
asignada a las comisiones de espectáculos, derechos humanos, equidad y género,
recreación y deporte y cuya agenda ya desahogada supone: asistencia a ceremonias públicas, desfiles y supervisión de
trabajos del municipio, el mismo mal se presenta en la segunda regidora (aunque
en la respuesta dos mujeres afirman ostentar la segunda regiduría), quien únicamente
ha participado en ceremonias, desfiles y las obligadas juntas de cabildo a
pesar de estar asignada a comisión de transporte, servicios públicos y áreas
verdes. Además de Cari Isabel Villegas Rodríguez (la otra segunda regidora), quien
muestra trabajo, pero no comisiones asignadas, por lo que es imposible evaluar
su desempeño, los demás no enviaron absolutamente nada de información, es
decir, además de diletantes, conculcadores de derechos humanos al violentar el
artículo sexto constitucional y no entregar información pública. Cabildo sin
rumbo, al garete, diletante, mediocre, fuera de lugar y alejado de sus
funciones, la causa del subdesarrollo es más que evidente.