martes, 2 de febrero de 2016

TAJAMAR: LA PARADOJA DEL CRECIMIENTO

Tajamar, el área de mangle devastada recientemente en Cancún  por FONATUR en beneficio de particulares, vuelve a traer a colación un tema que no deja de ser polémico y a la vez, tan trascendente: crecimiento y desarrollo económico regional a cambio de explotación y deterioro del medio ambiente, o preservación de áreas naturales, pero manteniendo la pobreza y la falta de desarrollo regional de comunidades determinadas.
No es un tema, que desde luego sea fácil de resolver, es una cuestión que requiere bastantes estudios y debates, lo que sin duda alguna es cierto, es que las regiones del sur de México han padecido desde tiempos decimonónicos pobreza y marginación social. Por lo que proyectos de desarrollo turístico son ideales para explotar aquellas áreas que son particularmente hermosas y que dicha explotación trae empleo y crecimiento en aquellas regiones vapuleadas durante toda su existencia. Sin embargo, el fin no justifica los medios, al menos no en este asunto que en lo personal me parece ya un caso perdido, pues los amparos para la suspensión de los trabajos en Tajamar han llegado demasiado tarde, pues más del 90% de los manglares han sido ya devastados. Y aunque al final todos los funcionarios  y exfuncionarios se culpan mutuamente de los permisos otorgados para la deforestación de Tajamar, lo cierto es que el daño es ya irreparable.
Mucho se ha hablado del pomposo “Desarrollo Sustentable”, lo cual me parece no hemos aterrizado en este país de la manera correcta, pues se trata de acciones tendientes a armonizar el desarrollo económico con el trato amigable con la madre naturaleza, es decir, talas un árbol y plantas tres, el detalle, es que en México ese concepto lo hemos utilizado solo para tranquilizar la conciencia de quienes se dedican a depredar recursos naturales muchas veces no renovables haciendo del Desarrollo Sustentable solo un formalismo más que les permita continuar con el proceso de crecimiento y desarrollo de este país.  Pero el problema sigue siendo el mismo: ¿crecemos o nos estancamos? En lo personal, me parece que para sacar de la pobreza a la gente del sur y disminuir los 60 millones de pobres que hay en México, hay que invertir primeramente en educación, en servicios de salud universal, y después en desarrollo e innovación tecnológica, pues si algo nos ha demostrado la historia de éxitos ajenos, es que no se necesita ser un país con abundantes recursos naturales para poder detonar el crecimiento y el desarrollo económico, y para ejemplo: Japón, Alemania, Finlandia, Suecia, Suiza. La clave está en la educación y el desarrollo tecnológico, no en volvernos un país prestador de servicios turísticos como único remedio para salir de la pobreza. No hemos entendido que la depredación del ser humano es perniciosa e interminable y que cada vez se reducen los espacios naturales que permiten la vida en este planeta. No hay una paradoja en cuanto a crecer o estancarnos, se trata de mirar a otros lados y entender que hay más opciones aunque para ello, haya que lastimar intereses poderosos que luchan para que todo siga igual en éste país.