Me parece un rotundo éxito de la reciente reforma electoral la convocatoria
que acaba de publicar el Instituto Nacional Electoral, para renovar los
consejos electorales de los llamados OPLES (Organismos Públicos Locales
Electorales). Proceso que dio inicio el
año pasado y que continúa en este 2015 en los Estados de: Aguascalientes, Baja
California, Durango, Hidalgo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz,
Chihuahua, Coahuila, Nayarit, Puebla y Quintana Roo.
Todo basado en el acuerdo del consejo general del instituto nacional
electoral por el que se aprueba el reglamento del instituto nacional electoral
para la designación y la remoción de las y los consejeros presidentes y las y
los consejeros electorales de los organismos públicos locales electorales. La noticia
sin duda, más que bienvenida era ya necesaria, pues para el caso de Coahuila,
el Consejo del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila
(IEPC) era ya un grupo enquistado en el poder y sumamente cuestionado en cuanto
a su imparcialidad a favor de gobernadores y sus respectivos partidos. Particularmente,
su consejero presidente, Leopoldo “El Pollo” Lara Escalante llevaba ya desde el
año 2006 dirigiendo la maquinaria ineficiente electoral de nuestra entidad y se
había reelegido hasta el 2020. Lástima por él.
Elecciones seriamente cuestionadas, participación ciudadana mediocre,
parcialidad en sus decisiones, redistritaciones sospechosas, eran solo algunas
de las suspicacias que Lara Escalante provocaba junto con la camarilla
gansteril que suponía el consejo que siempre estaba a su modo con la venia del
congreso local. Infortunadamente para ellos, les llego el momento de su
partida, pues ahora la designación de los consejeros corre a cargo del INE a través de un complicado
proceso de selección basada en concomimientos en materia electoral y
habilidades gerenciales. Los filtros alejan a los participantes de la designación
tradicional del congreso local y sus polutas negociaciones políticas.
A Leopoldo Lara y sus secuaces les quedan tan solo unos meses de seguir
mamando la ubre del erario, pues para el mes de Octubre deben estar designados
ya los nuevos consejeros que ocuparán los cargos de manera meritocrática. La oxigenación
dentro de IEPC era ya urgente y necesaria, de igual manera, el ICAI necesita
una buena dosis similar de oxígeno para cumplir cabalmente su cometido de
transparentar la función pública en el Estado de Coahuila.
¡Enhorabuena!!, celebro con mucho gusto las nuevas reglas en materia
electoral en nuestra entidad, tarde pero seguro está llegando el proceso
democrático a nuestra entidad, aunque lamentablemente solo puede darse alejado
del recinto que se supone es la máxima expresión de la democracia
representativa: Nuestro Congreso Local. Triste pero cierto, alejados de ellos,
es como podemos avanzar.