En su reciente informe titulado
PANORAMA EDUCATIVO 2014, la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico
(OCDE) hace mención sobre aspectos que desnudan la triste realidad de nuestro
sistema educativo.
Y es que a pesar de que conocemos
nuestra triste realidad en cuanto a deficiencia educativa reflejada en pruebas
como ENLACE, PISA y EXCALE, ciertamente existen otras debilidades que es
preciso señalar, sobre todo en el marco de la recién aprobada reforma educativa
que se supone está diseñada para darle un impulso contundente a la educación en
nuestro país.
El primer aspecto señalado en
dicho informe, es el de las tasas de matriculación, pues en el rango de 15 a 19
años la misma es del 53%, a pesar de la cobertura universal con la que cuenta
la educación en nuestro país, esto significa que tan solo cinco de cada 10
jóvenes en ese rango de edad estudian en alguna institución educativa, y los
restantes se dedican a otras labores o bien forman parte de los denominados
NINIS, jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Otro dato también resulta
revelador, pues los estudiantes en México tienden a abandonar prematuramente la
escuela. El 62% de los jóvenes de 16
años están inscritos en educación media superior, el 35% de los jóvenes de 18
años cursan estudios y únicamente el 30% de los jóvenes de 20 años están
matriculados en alguna institución educativa.
Otro dato importante es el
relativo a la equidad de género, pues uno de cada 10 hombres jóvenes no tiene
empleo ni estudian, mientras que en lo que respecta a las mujeres, la
proporción es de tres de cada 10. Por lo
que esas tres de cada diez que ni trabajan ni estudian son amas de casa, y esto
solo denota la existencia de una brecha que va en detrimento de las mujeres jóvenes
en este país.
El siguiente aspecto del informe
no solo es decepcionante, sino desolador y lamentable, pues se afirma de manera
categórica que en ¡¡México alcanzar mayores niveles educativos no
necesariamente se traduce en mejores
resultados en el mercado laboral¡¡
Y es aproximadamente el 5.6% de las personas de entre 25 y 34 años
con educación media superior están
desempleados en comparación con personas de entre 35 y 44 años con el mismo
nivel educativo. Mientras que el 6.7% de los jóvenes de entre 25 y 34 años que cuentan con educación superior están
desempleados en comparación con el 3.3% de aquellos de entre 35 y 44 años que
tienen ese mismo nivel educativo.
Ello simplemente demuestra que
egresar de una institución de nivel superior no es garantía de empleo y mucho
menos siendo jóvenes.
Definitivamente el análisis de la
OCDE, además de la calidad y el profesionalismo que conlleva en sí mismo por la
institución que lo realiza, es un análisis que refleja otra realidad
concomitante a la deficiencia en la enseñanza-aprendizaje que ya conocíamos y
que me parece debe ser tomado en cuenta si lo que se pretende es una reforma
integral que transforme realmente nuestra realidad educativa.