Es hasta el momento el ataque más mortal que realiza Israel contra
territorio Palestino desde la intifada en 1987, pues tan solo en los días 9 y
10 de Julio murieron por lo menos 76 civiles.
El Estado de Israel asegura solo responder a los ataques palestinos
mediante la operación denominada “Margen Protector”, sin embargo, los ataques
son asimétricos, pues de palestina se lanzaron 12 ataques, de los cuales siete
fueron interceptados por el sistema de defensa israelí llamado Escudo Domo de
Hierro, mientras que Israel en represalia realizo por lo menos 108 ataques con
resultados fatídicos.
En lo personal me parece absurdo el argumento del gobierno Israelí al
deslindarse de responsabilidades y de culpa al aducir que previo a cada ataque
avisa a los palestinos con horas de anticipación, ante lo cual, les da la “oportunidad
de escapar” de los inminentes ataques. Sin embargo, no sé si la inteligencia de
los israelíes les tenga informados sobre las características de la densidad
poblacional en la Franja de Gaza, pues la franja cuenta con 1.7 millones de
habitantes, de los cuales la mayoría son menores de edad, lo que vuelve a gaza
una de las naciones con más alta densidad poblacional en el mundo, con cerca de
4.500 personas viviendo en cada kilómetro cuadrado, y en base a eso, resulta
poco efectivo alertar a la población cuando es casi imposible que haya un solo
espacio libre de personas en Gaza.
Por ello, me parece resultan seriamente cuestionables tres aspectos. El primero,
tiene que ver con la respuesta desmedida de Israel ante el ataque que desde
luego va dirigido contra miembros de Hamas, quienes realizan los ataques a
tierra sionista, pues de ninguna manera la reacción de Israel ha mermado la
fuerza de dicho grupo terrorista, sino todo lo contrario. En segundo lugar,
resulta poco consolable escuchar que Israel se lava las manos de cualquier responsabilidad
al avisar con anticipación por los ataques, ello significa que los muertos son
los únicos responsables por no huir a tiempo. Y en tercer punto, me parece sumamente
cuestionable la actuación de la ONU, cuyo dirigente solo se dedica a realizar
declaraciones lamentando las muertes y convocando a reuniones de emergencia del
consejo de seguridad como lo viene haciendo desde hace años sin que nada suceda
al respecto.
Y no es para menos, pues dicho consejo tiene entre sus miembros permanentes
a Estados Unidos quien es aliado de Israel y por obvias razones es difícil se
proceda contra Israel por los asesinatos, mutilaciones y vejaciones contra la población
civil de Gaza. Estamos ante un problema que no es nuevo, y que tiene sus orígenes
en la fundación de Israel durante el éxodo judío del Holocausto. No obstante,
ante un problema añejo, han quedado expuestas las ineficiencias tanto de los líderes
palestinos y judíos, así como la diletancia de una Organización de Naciones Unidas
que poco o nada ha podido hacer para frenar un conflicto que parece no tener
fin.