lunes, 26 de mayo de 2014

DENIGRANTE EXHIBICIÓN

Cada vez que un presunto delincuente o criminal hasta hace poco, era detenido, inmediatamente se le presentaba ante los medios de comunicación generalmente rodeado de elementos de seguridad y al frente del sospechoso una mesa con todos los efectos personales que se le decomisaron durante su detención.
Este tipo de presentaciones, a todas luces ilegales, han sido ya eliminadas por el actual gobierno federal, no por el hecho de no ser apropiadas ni por la apología hacia la delincuencia que algunos mencionaban se hacía cada vez que los detenidos eran presentados frente a un jugoso botín, sino porque las mismas presentaciones eran a todas luces ilegales. Pues violentaban sistemáticamente artículos constitucionales tales como el 13, 14, 16, 17, 19, 20 y 21 constitucionales, es decir, desde la presunción de la inocencia, hasta la defensa adecuada de los inculpados.
Sin embargo, el aspecto más delicado de dichas presentaciones es la violación de los derechos humanos y el terrible daño moral de algunos “presentados” que posteriormente resultaron ser inocentes. Lo cual genera un daño irreparable en los indiciados por la urgente necesidad de la autoridad de ofrecer resultados en el combate a la inseguridad. Pues bien, guardadas todas las proporciones, el fin de semana me toco ser testigo de cómo la policía municipal de Allende, Coahuila, detuvo a algunos jóvenes que al parecer ingerían bebidas alcohólicas y algunos que estaban en dicho lugar, pero que no ingerían bebida alguna. Luego de la detención, una de las madres de los detenidos siguió el convoy de la policía municipal por varias calles de la colonia donde se realizó la detención como si fuera parte de dicho operativo, desde luego que el motivo era seguir a su hijo hasta que la policía terminara su recorrido y trasladara a los detenidos hasta la ergástula municipal.
Aquí es donde surgen varios cuestionamientos, el primero tiene que ver con el caso de la exhibición de la cual son parte los jóvenes al ser paseados por horas por la policía municipal y el impacto en la imagen de los jóvenes derivado de dicha exhibición por varias colonias de dicho municipio. Situación que en lo personal me parece absurda, pues a reserva de que sean o no culpables, no son indiciados por un delitos, sino por una simple falta administrativa que termina en una “presentación” sin que medien alegatos tanto familiares como personales sobre la situación de la detención. El otro detalle y que me parece un abuso de autoridad, es parte de la misma exhibición, pues no se remite inmediatamente a los detenidos a los separos municipales, sino que se les pasea por la ciudad sin importar que los padres sigan el convoy policial durante minutos u horas hasta que los policías consideren que la humillación de los detenidos ha sido ya suficiente en una clara violación a los derechos humanos de los detenidos quienes son paseados bajo la inclemencia del sol, esposados, vejados y exhibidos por simples faltas administrativas. Me parece que algo de prudencia y profesionalismo similar a la no exhibición de detenidos en el fuero federal no caería mal en la “honorable” policía de Allende y de los demás municipios coahuilenses que hacen de esta práctica un lugar común en un claro abuso de autoridad y de conculcación de derechos humanos.