No se trata de seguir linchando al magisterio en nuestro país, sin embargo,
los datos presentados por el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) en
su investigación titulada: “Mapa del
magisterio de educación básica en México”, revelan un escenario descabellado
en lo que se refiere al sistema educativo nacional.
Pues además de los pésimos y mediocres resultados en las pruebas de
medición de desempeño académico, ya sean ENLACE, EXCALE, etc., y luego de
comprobar que las mismas pruebas de ENLACE resultaban ser una farsa al
demostrarse casos de corrupción en la aplicación de la prueba y los laxos
controles para la probidad de la misma. Aparecen entonces los escandalosos
datos del IMCO. Y lejos de dejarnos llevar por los aspectos mediáticos que
causaron polémica como los sueldos de algunos profesores, existen datos que son
todavía más preocupantes.
Por ejemplo, existen 93 escuelas inscritas en el programa denominado
“Habilidades digitales para todos”, subsidio que lleva intrínseco el uso de
computadoras, sin embargo, dichas instituciones educativas no cuentan con
energía eléctrica, a pesar de ello reciben el subsidio íntegro. La pregunta
obligada es ¿cómo encienden las computadoras?, o quizá las autoridades del
plantel sólo bajan el recurso y lo utilizan en otras “cuestiones” ante la
ostensible falta de vigilancia de las autoridades educativas gubernamentales
que otorgan los recursos. En la misma línea, existen 536 telesecundarias, que
también carecen de electricidad, y para ello la misma pregunta se hace
presente: ¿Cómo encienden las televisiones?, me parece que el desvío de
recursos pudiera estar haciendo acto de presencia en estos institutos de
educación.
De igual manera, resulta alarmante que casi dos mil escuelas con más de 23
mil plazas en nómina pagadas quincenalmente no aparecen en ningún lado. ¿En
dónde están?, ¿Quién cobra ese dinero? Y qué decir de los 298 mil maestros que
cobran, pero no dan clases, de aquellos
comisionados que cobran sin trabajar, de aquellos que cobran dobles plazas y
que no laboran en ninguna. De aquellos maestros con marcadas tendencias de
impuntualidad y ausentismo, pues México encabeza la lista de la OCDE en cuanto
a estas perniciosas y vergonzosas tendencias.
Muchas felonías de este tipo se pueden encontrar dentro de nuestro sistema
educativo, pues si bien en cierto gran parte de la culpa en cuanto a la
mediocridad de resultados en calidad educativa, así como en cuanto al poco profesionalismo
son culpa de los docentes, también lo son del sistema en general, entiéndanse
gobierno en sus tres ámbitos a través de las secretarias de educación y los
sindicatos magisteriales. Pero quizá, los responsables directos seamos los
mismos ciudadanos y padres de familia que no exigimos la profesionalización del
sector y mientras el sistema educativo se encuentre permeado por la corrupción,
nuestro país seguirá en la misma senda del subdesarrollo y cientos de informes
al respecto más llegarán para seguir denunciando lo que ya de sobra es una
verdad de Perogrullo.