jueves, 13 de marzo de 2014

CANDIDATA EXIGUA

En ocasiones pareciera que el requisito para ocupar un cargo de elección popular es tener antecedentes deplorables, pecar de diletantes o simplemente ser iletrados para poder acceder a dichos puestos representativos. Pues resultan lamentables o seriamente cuestionables los antecedentes de algunos políticos que tratan de no vivir en el error, en sintonía con aquella inveterada frase del “Tlacuache” Garizurieta de “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Tal es el caso de la actual precandidata priísta por el distrito XIV, Carolina Morales Iribarren, quien tiene la intención de ocupar una curul en el congreso de nuestro Estado.
Con una estéril frase que reza: “Con experiencia y sin grilla”, la susodicha trata de ganarse las simpatías que le permitan evitar vivir en el error, pues previamente ha sido alcaldesa de Sabinas y funcionaria de turismo en la región carbonífera, cargos que, al menos en el caso de la alcaldía, generó una serie de escándalos derivados de ciertas irregularidades en su administración señaladas en su momento por la Auditoria Superior del Estado, tales como:  Desviaciones de fondos por 18 millones de pesos, facturas apócrifas, fondos etiquetados y reorientados para gasto corriente, renta de maquinaria fantasma, tráfico de cheques, pago de combustible sin comprobación por más de medio millón de pesos y erogación de miles de millones de pesos en obras inexistentes.
Así como la aparente violación de la ley de adquisiciones en la compra de maquinaria y vehículos. Todo ello, sin embargo, le fue premiado con un cargo en la Secretaria de Turismo con una atractiva subsecretaría para atender dicho rubro en la región carbonífera y de los cinco manantiales. Con esas cartas, la ex alcaldesa busca una diputación para seguir trabajando en pro de los coahuilenses de la región en mención.
Ante ello, el PRI nuevamente apuesta a la falta de memoria y poca información de la mayoría de los ciudadanos, quienes por costumbre votan por el partido y no por los candidatos, pues en una aparente institucionalidad partidista se deja de lado el tema referente a la trayectoria de los candidatos, misma que en cierto modo definirá el quehacer del político una vez electo. Y para muestra el caso de la actual legisladora priísta de la región, María Guadalupe Rodríguez Hernández, cuyo desempeño, según la página del congreso, fue menos que mediocre al no presentar una sola iniciativa dentro de sus respectivas comisiones.

Y en esa misma línea, resulta lamentable que el PRI postule a candidatos con serios antecedentes, cuando de por sí, se encuentra en una crisis de legitimidad que amenaza con propinarle severas derrotas en la próxima contienda electoral,  nada que no se ganen a pulso con la presentación de candidatos exiguos en una aparente y patética simulación de unidad en torno a candidatos seriamente cuestionables.