Llegó inexorablemente a su fin la primera administración panista en la
ciudad de Allende, Coahuila; pues con su cuarto y último informe de gobierno,
Sergio Lozano ofreció los resultados que su administración consiguió, sobre todo en la última etapa de
su gobierno. Ante ello, no se dejaron esperar, sobre todo en las redes
sociales, los comentarios de personas que manifestaron su postura y sentir
sobre el desempeño de Sergio. Comentarios que sin duda fueron en su mayoría
peyorativos, pero ciertamente infundados y con poco conocimiento de la gestión
local.
Para empezar, resulta muy difícil, aún para los que nos dedicamos al
análisis político, poder emitir una crítica o análisis sobre la gestión de un
gobierno de alternancia, sobre todo si no hay continuidad en términos de
permanencia en el poder, ante ello, es preciso señalar que el PAN se sentó a
gobernar sobre estructuras fincadas y seriamente enquistadas de estilo priísta
de gobernar. Por ello no se puede hacer un balance sobre si fue en términos coloquiales
“bueno” o “malo” el trabajo del PAN, pues muy seguramente se enfrento a
inercias internas reacias al cambio. Por otro lado, la ciudad de Allende, antes
del PAN era una ciudad subdesarrollada, es decir, con mediocres
administraciones priístas que no generaron crecimiento ni desarrollo en ninguna
vertiente, por ello no entiendo cómo se puede juzgar un “mal trabajo” sobre uno
que no generó de ninguna manera gobernanza
y calidad de vida para la sociedad. Así mismo, la tarea de gobernar siempre es
difícil, pues la administración pública siempre se enfrenta al tema de los
recursos escasos, ante ello, las políticas públicas nos señalan la dificultad
que se presenta para poder decidir qué colonia pavimentar si sólo se cuenta con
recursos para trabajar en una sola, por ello siempre habrá personas
descontentas que aduzcan que nada se hizo durante determinada administración.
Desde mi punto de vista como politólogo, me parece que la administración
fue igual de mediocre que todas las priístas que le antecedieron, pues no
generó prosperidad a través del crecimiento cuantitativo ni del desarrollo
cualitativo de la ciudad y sociedad en general. Sin embargo, como ciudadano,
reconozco que la colonia Ignacio Allende en la cual radico fue iluminada en el
tramo que conduce a la carretera 57, la cual, desde que llegué a esta ciudad se
mantenía en penumbras, así mismo, la obra cultural en la plaza de armas fue
algo positivo. Con altas y bajas, la administración de Sergio Lozano pasará a
la historia por haber generado la primera alternancia política en el municipio,
y, lamentablemente, no pudimos ser testigos de la consolidación del PAN mediante
la permanencia en la presidencia debido a que emularon el sucio juego priísta y
les costó la alcaldía.
Mientras no existan organismos ciudadanos encargados de establecer parámetros
de medición de gestión pública, difícilmente podremos emitir un juicio sobre el
desempeño de administraciones que vayan y vengan independientemente del los
colores de su partido. Por lo pronto la alternancia llegó a su fin y en su
estadía, me parece, dejo más expectativas que satisfacciones.