Por abulia se puede entender la falta de voluntad o iniciativa de energía,
concepto y “adjetivo” que, cabe mencionar, bien puede ser la antonomasia de
algunos o de la mayoría de nuestros legisladores en cualquiera de sus ámbitos,
no obstante, para el caso particular y local de nuestro distrito XIV en
Coahuila, la abulia de nuestra
representante parece ser un síndrome con gravedad absoluta.
Y es que luego de observar en reiteradas apariciones públicas, generalmente
partidistas, a la actual representante
María Guadalupe Rodríguez Hernández, me pareció oportuno revisar su desempeño
dentro de la actual LIX legislatura toda vez que parece no tener descanso al
aparecer constantemente en eventos priístas y algunos de diversas autoridades.
Así mismo observar cual ha sido su trabajo a favor de sus representados de los
municipios de Allende, Nava, Morelos, Zaragoza, Hidalgo, Guerrero, y todos los
municipios que la legisladora dignamente representa.
Pues bien, el resultado, una vez revisando el trabajo de la actual
legislatura, resulta ser el siguiente en cuestión de iniciativas, para el caso
del PRI, en conjunto han presentado 20 iniciativas, el PAN 44 iniciativas, el
PSD 21 iniciativas, la UDC 16 iniciativas, el PPC ocho iniciativas, el PANAL 12
iniciativas y, finalmente, el PVEM 20 iniciativas. De las mencionadas, en
particular las del PRI, las iniciativas corresponden a: Juan Marcos Villarreal,
José Luis Moreno Aguirre, Jorge Alanís Canales, Ricardo López Campos, Fernando
de las Fuentes, Azucena Ramos, Juan Botello Nájera, Víctor Zamora, Florestela
Rentaría, Rodrigo Fuentes Ávila, Cuauhtémoc Arzola, etc., no obstante, en ningún
lugar aparece una sola iniciativa de la representante cuyo apócope es MALÚ.
De lo anterior podemos concluir que el grupo parlamentario que más ha
trabajado ha sido el del PAN, y por otro lado, que la representante del
distrito XIV participa exclusivamente como “levanta dedos” de las iniciativas de sus compañeros y del
ejecutivo estatal. Y es que, definitivamente, podrán aducir sus defensores que
ha participado en las diversas comisiones, no obstante, ser legislador no se
trata solamente de asistir al pase de lista y “apoyar” las iniciativas de
otros, sino de presentar las propias en pro de una región que ciertamente
adolece de muchas carencias.
La legisladora aparece mucho en público, no obstante, esas apariciones no
denotan de ninguna manera producción legislativa, pues podrá asistir siempre a
eventos a los cuales sea invitada, pero sin descuidar su trabajo legislativo.
Dicha representante me recuerda a la otrora legisladora perredista del distrito
X, Yanet Babún, quien nunca dio señales de trabajo salvo sus apariciones
públicas convencionales. Y eso es precisamente lo que Malú realiza con
frecuencia, aparecer frente a reflectores aunque su trabajo legislativo deje
mucho que desear y se encuentre signado por tan pernicioso y diletante término:
abulia legislativa.