martes, 2 de julio de 2013

EL COSTO DE LA PARTICIPACIÓN

Ha llegado por fin el momento decisivo, este domingo 7 de Julio elegimos alcaldes en los 38 municipios de nuestra entidad, y a pesar del bombardeo mediático y callejero de spots y propaganda mostrándonos a interesados en gobernar municipios prometiéndonos la solución a todos nuestros problemas tanto sociales como económicos, la proyección de participación no es muy alentadora y no se prevé abrumadora ni  mucho menos digna de honorarios.
Y es que, lamentablemente, el IEPC hace muy poco para incentivar la cultura cívica referente a la participación ciudadana electoral al no trascender las clásicas firmas de convenios de colaboración con instituciones públicas y privadas y los estériles eventos pugilistas y de entretenimiento con los que pretende atraer ciudadanos a las urnas. Pero nada puede esperarse de un consejo electoral conformado por improvisados y dirigidos por el mismo sujeto con las mismas ideas inveteradas de cada proceso electoral.
No obstante, a pesar del fracaso del IEPC en educación cívica, existe otro factor que debe obligarnos a participar y dejar de lado actitudes apáticas e indiferentes frente al proceso electoral del 7 de Julio. Y es el relacionado con el costo económico de cada boleta electoral que se usarán en la elección. El presupuesto del IEPC para esta elección es de 259 millones 908 mil pesos, y si dividimos esa cantidad entre los ciudadanos inscritos en la lista nominal para esta elección, tenemos que cada boleta tiene un costo de aproximadamente 852 pesos.
Es en ese sentido que debemos hacer uso de ese recurso ya invertido, no desperdiciarlo, pues por cada ciudadano con derecho a voto y que no sufraga se está tirando a la basura dicha cantidad de dinero. A reserva de que los ciudadanos que no militamos en ningún partido político y que ningún candidato nos parezca apropiado, el simple hecho de ir a tachar la boleta completa denota por un lado una manifestación netamente ciudadana de rechazo a las ofertas políticas del momento, mientras que por otro lado significa que se ejerció un gasto de manera óptima, pues de cualquier modo la inversión ya está hecha, y en ese sentido la idea es ir a consumar la inversión.
Y es que lograr niveles de participación de entre el 50 y 52% no resulta para nada ejemplar, aunque para el IEPC sea toda una proeza dada su ineficiencia y se vanaglorie en cada elección de haber derrotado al abstencionismo, la verdad es una falacia completa. Por ello, si no participamos por convicción ciudadana, tal cual debiera ser, al menos debemos hacerlo por convicción económica, o quizá hasta por indignación, pues del presupuesto del IEPC, los partidos políticos gastaron en sus campañas la nada despreciable cantidad de 8 millones 102 mil 969 pesos, y eso, no puede ser indiferente a los ciudadanos en general. Es preciso salir a sufragar.