jueves, 6 de junio de 2013

PLURALIDAD

Luego de revisar a Robert Dahl, a Kelsen, a Zovatto, no logro llegar a la conclusión que me permita entender cuál es el mejor o el menos pernicioso escenario para la democracia participativa, es decir, poder otorgarle características cuantitativas exactas a la denominada “pluralidad”, concepto  inherente a todo sistema democrático.
Y es que resulta asombrosa la cantidad de adefesios políticos que participan en la elección local del próximo siete de Julio, pues son nada más y nada menos que 12 institutos partidistas que recibieron el visto bueno del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPC) para poder participar en dicha competición. De ahí mi perenne cuestionamiento: ¿son realmente necesarios tantos partidos para asegurar el éxito de la Democracia? Me parece que la respuesta es no, a reserva de los motivos subrepticios y tácitos que han dado origen a los partidos políticos, sobre todo los de registro local como lo son los recientes Partido Joven y de la Revolución Coahuilense, no resultan ser necesarias tantas ofertas para que el ciudadano pueda elegir la opción que mejor le parezca apropiada, todo esto sin entrar en detalle sobre el enorme costo con cargo al erario que supone la existencia de estos partidos.
En lo personal me sorprende la facilidad con la que el IEPC aprueba la creación de tantos partidos morralla, pues en su supuesto afán de garantizar la participación ciudadana aprueban y formalizan institutos para que cada sector esté representado. Y esa no es la esencia de la Democracia. Como ciudadano netamente apartidista me parece más sensato que el IEPC ponga en marcha los mecanismos que existen en la Ley de Participación Ciudadana de Coahuila, me refiero al Plebiscito, al Referendo y a la Iniciativa Ciudadana, pues de esa manera la participación ciudadana es más directa, menos costosa y no se vuelve negocio para particulares como sucede con las franquicias recién aprobadas por la autoridad electoral. Si la creación de nuevos partidos tiene la finalidad de garantizar que nuestras exigencias se vuelvan realidad, me parece que la Iniciativa Ciudadana puede ser más exitosa en ese aspecto. El detalle, es que desde que se aprobó la ley en mención, nunca he participado en un plebiscito o referendo, y el único recuerdo que tengo de Iniciativa Ciudadana era aquella famosa campaña de la “Burbuja” Raúl Sifuentes de “Tu firma si gobierna”, con claras intenciones y matices netamente políticos.
Si de “pluralidad” se trata, me parece que el IEPC se equivoca por completo al aprobar partidos y más partidos, y como no hay topes para la pluralidad, no nos sorprenda que para la próxima elección se registren tres o cuatro contendientes más.
Si tan sólo el IEPC hiciera cumplir la ley de participación nos ahorraríamos una enorme cantidad de dinero, la democracia sería más directa, la pluralidad tendría sentido, pero se afectarían intereses económicos y políticos que luchan en comparsa con el IEPC, para que la simulación sea cada vez más efectiva.