jueves, 30 de agosto de 2012

TRANSPARENCIA A MEDIAS


Apenas a unos días de haber recibido un premio por la transparencia derivada del programa “Monitor de Cabildo”, el ayuntamiento de Torreón se encuentra en un escándalo producto de una supuesta filtración de información por parte de la síndica Natalia Virgíl.
Pues la bancada de regidores priístas la acusan de haber entregado información reservada de las cuentas bancarias de la tesorería municipal para la consecución de un litigio entre ex trabajadores del ayuntamiento en mención. Y exigen juicio político contra la susodicha.
Pero la síndica se defiende aduciendo que el manejo de recursos públicos debe ser información pública disponible para cualquier ciudadano interesado. Y realmente la síndica tiene toda la razón.
Tratándose de recursos económicos, no debe existir información ni reservada, ni clasificada, puesto que se trata de recursos provenientes de los contribuyentes. No dinero que algunas autoridades consideran como propio y que están acostumbrados a apropiarse de espacios públicos.
Ciertamente la ley de acceso a la información en Coahuila presenta la posibilidad de reservar información, pero esta no debe reservarse a menos que medien causas que pudieran amenazar o interferir con el buen funcionamiento de un órgano o ámbito de gobierno. Y claramente no es el caso cuando se trata de conocer las cuentas que posee el municipio. Pues una buena manera de “monitorear” el uso apropiado de los recursos públicos, es saber cuánto hay y en qué se gasta. La fórmula es sencilla.
De ahí que contrario al orgullo de recibir un premio por la transparencia, debe volverse un acto vergonzoso y que atenta contra el interés público la intención de los regidores priístas de mantener en la opacidad los ingresos del municipio.
Por ello el juicio político me parece improcedente y falto de sensatez, pues debería ser al revés, el juicio político debería aplicarse a quienes niegan sistemáticamente información pública.
Entiendo que información reservada o confidencial pudiera ser conocer las estrategias tácticas de la policía municipal para enfrentar a la delincuencia, pero reservar información de la cuenta pública es ir en contra de garantías individuales como lo es el acceso a la información. La transparencia no funciona a medias.