CONFORMISMO
Cuando presente mi libro: San Pedro
de las Colonias: El Pueblo que no quiere crecer, tenía ya algunos meses de
no deambular por las calles de mi querido San Pedro, ello me hacía dudar un
poco sobre el contenido de mi libro, por ello la aclaración de la
contextualización del mismo. No fue necesario esperar demasiado tiempo para
percatarme de la vigencia del contenido.Dos veces tuve que pasar por el tramo o la periferia conocida como “el América” para corroborar nuevamente la boca de lobo que significa ese lugar, pues ninguna lámpara funciona en ese sector. Absolutamente ninguna. Las calles de San Pedro siguen pareciendo escenario de un bombardeo, pues los baches son numerosos y pronunciados.
No basta con tomar mi libro y verificar la vigencia de lo ahí denunciado.
Esos dos ejemplos bastan para señalar varias cosas: en primer lugar, la
indiferencia gubernamental por resolver los más elementales deberes de la
función pública. Segundo, el conformismo de la sociedad sanpetrense con dicho
escenario y, finalmente, la obstinación de algunos defensores del estatus quo de san Pedro y que denostaron mi
libro y que se deben tragar sus palabras cada vez que pasen por “el América”,
pues derivado de ello no entiendo cómo pueden defender lo indefendible. No
entiendo de qué lado están los supuestos comunicadores del pueblo, si de los
funcionarios por hacerse de la vista gorda ante tanta mediocridad y salir como
perros a atacar cualquier crítica, o del lado del pueblo denunciado cada
felonía derivada de la inacción gubernamental.
Entiendo como administrador público y conocedor de las instancias de
gobierno las capacidades, atribuciones y sobre todo limitaciones de los
gobiernos municipales. Por ello entiendo flagelos como la inseguridad y la
delincuencia que no puede enfrentar un gobierno municipal, pero de ahí a no
atender detalles como obra civil o pública en lugar de entregar banderas a las
primarias o gastar en eventos festivos magisteriales no tiene justificación
alguna.La mediocridad no está tanto en el gobierno, sino en la misma sociedad y en los mediocres medios de comunicación que se vuelven grilla pura. Como quisiera que los más de 4 mil libros que se me agotaron en los 5 manantiales se multiplicaran por 100 para entregarlos a ciudadanos sanpetrenses y vean las verdades contenidas en el mismo y actuaran en consecuencia, porque no importa lo mucho que denosten mi trabajo personas que ni siquiera saben escribir, ya que personas que yo como historiador admiro, como lo son el también historiador Manuel Cavazos y el director de este semanario Raúl Amador, consideraron como libro de verdades que incomodan mi trabajo analítico, no obstante, el lamentable escenario de lo denunciado echa por tierra todas las criticas y reivindica, lamentablemente, mi trabajo publicado aún sin los respaldos que mencione. Qué lástima.