miércoles, 8 de agosto de 2012


APRETON FISCAL

Ante la dificultad de encontrar realmente al verdadero culpable de las crisis económicas que afectan a los países europeos, lo que nos debe de ocupar ahora son las medidas tomadas para intentar paliar dicha problemática, sobre todo en países como España que en estos momentos se encuentra atravesando un terrible camino de desajustes marcados por la recesión, la incertidumbre económica y los desordenes sociales y el peligro que todo ello representa para países como el nuestro que se encuentra inundado por la banca española.
Pues resulta pueril el afirmar que el desastre español pasará de noche por nuestro sistema económico. Nada más para explicarlo en términos sencillos: el objetivo de la banca es impulsar el desarrollo, es decir, otorgar créditos a las diferentes empresas privadas y al mismo gobierno para que puedan invertir y generar crecimiento y desarrollo económico a través de la generación de empleos y la edificación de infraestructura que permita la calidad de vida de los ciudadanos. El problema es que nuestro crecimiento depende considerablemente de la banca española, pues son instituciones oriundas de dicho país ibérico las más importantes asentadas en nuestro país. BBVA y SANTANDER son la mejor muestra de instituciones financieras sólidas y trascendentes trabajando en México.

Y los bancos españoles atraviesan su peor momento: poseen aproximadamente 250.000 millones de Euros en bonos del gobierno de España que en estos momentos dicho gobierno no puede pagar. Por lo que el tamaño del agujero en sus balances es alarmante y sumamente riesgoso. Asimismo han perdido el 3% de sus depósitos debido a que los ahorristas trasladaron sus fondos a cuentas más seguras en instituciones bancarias alemanas. Mientras que su endeudamiento con el Banco Central Europeo (BCE) ronda los 365.000 millones de Euros.
Su supervivencia está en función de mas rescates del BCE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), sin embargo, su existencia dependerá a final de cuentas de la sociedad española que deberá ajustarse el cinturón y pagar más impuestos para generar los recursos que permitan que el gobierno español pueda pagar los compromisos con los rescatistas (BCE y FMI). Y es en este punto en donde se presenta el verdadero reto, pues a los españoles no les han parecido las medidas tomadas por el nuevo gobierno de Mariano Rajoy. ¿Por qué deben los ciudadanos pagar la irresponsabilidad gubernamental del despilfarro? Si nadie les da una respuesta contundente, el desastre se extenderá hasta estos lares con resultados ominosos.