APRETON FISCAL
Ante la dificultad de encontrar realmente al verdadero culpable de las
crisis económicas que afectan a los países europeos, lo que nos debe de ocupar ahora
son las medidas tomadas para intentar paliar dicha problemática, sobre todo en
países como España que en estos momentos se encuentra atravesando un terrible
camino de desajustes marcados por la recesión, la incertidumbre económica y los
desordenes sociales y el peligro que todo ello representa para países como el
nuestro que se encuentra inundado por la banca española.
Pues resulta pueril el afirmar que el desastre español pasará de noche por
nuestro sistema económico. Nada más para explicarlo en términos sencillos: el
objetivo de la banca es impulsar el desarrollo, es decir, otorgar créditos a
las diferentes empresas privadas y al mismo gobierno para que puedan invertir y
generar crecimiento y desarrollo económico a través de la generación de empleos
y la edificación de infraestructura que permita la calidad de vida de los
ciudadanos. El problema es que nuestro crecimiento depende considerablemente de
la banca española, pues son instituciones oriundas de dicho país ibérico las
más importantes asentadas en nuestro país. BBVA y SANTANDER son la mejor
muestra de instituciones financieras sólidas y trascendentes trabajando en
México.
Y los bancos españoles atraviesan su peor momento: poseen aproximadamente
250.000 millones de Euros en bonos del gobierno de España que en estos momentos
dicho gobierno no puede pagar. Por lo que el tamaño del agujero en sus balances
es alarmante y sumamente riesgoso. Asimismo han perdido el 3% de sus depósitos
debido a que los ahorristas trasladaron sus fondos a cuentas más seguras en
instituciones bancarias alemanas. Mientras que su endeudamiento con el Banco
Central Europeo (BCE) ronda los 365.000 millones de Euros.
Su supervivencia está en
función de mas rescates del BCE y del Fondo Monetario Internacional (FMI), sin
embargo, su existencia dependerá a final de cuentas de la sociedad española que
deberá ajustarse el cinturón y pagar más impuestos para generar los recursos que
permitan que el gobierno español pueda pagar los compromisos con los
rescatistas (BCE y FMI). Y es en este punto en donde se presenta el verdadero
reto, pues a los españoles no les han parecido las medidas tomadas por el nuevo
gobierno de Mariano Rajoy. ¿Por qué deben los ciudadanos pagar la
irresponsabilidad gubernamental del despilfarro? Si nadie les da una respuesta
contundente, el desastre se extenderá hasta estos lares con resultados
ominosos.