¿TRAIDOR?
Fuertes críticas de algunos sectores, pero sobre todo de la militancia
panista recibió el ex presidente Vicente Fox al afirmar (indirectamente) que
apoyará al priísta Enrique Peña Nieto si este resulta ganador en la elección de
éste próximo domingo tal cual lo señalan algunas encuestas, según espeto el ex
mandatario.
Por ello con el mote de traidor ha sido calificado Vicente Fox, quien ha
pasado a la historia como el primer presidente de oposición que derrotó al
otrora partido invencible y que, cabe mencionar, gobernó formalmente desde 1929
hasta el año 2000. No obstante, resulta muy difícil hablar de traición en una
persona que no tiene raíces partidistas dentro de Acción Nacional, pues es
cierto y sabido por propios y extraños que Fox se acerco al PAN ya en su edad
adulta a diferencia de otros personajes como el mismo Felipe Calderón, quien
tiene tradición albiazul de abolengo.
Fox pertenece a una generación de políticos pragmáticos que buscan
acercarse al poder y hacer uso de él sin importar las filias y fobias
políticas. Pues saben que aferrase a una postura o ideología política significa
limitarse a la hora de las oportunidades de crecimiento político. Pero Fox no
ha sido el único ni tampoco lo será, allí está también Manuel Espino, ex
presidente nacional del PAN quien recientemente migró a las filas del PRI. O en
niveles más bajos, pero no menos importantes, el gobierno priísta de Eduardo
Olmos en Torreón incorporó a la nómina a un ex panista de apellido Máynez.
Regresando a Fox, y sin pecar de iluso, me parece que si se interpreta
literalmente el mensaje de Fox no tiene
nada en sí mismo de traición, sino más bien de pragmatismo disfrazado de
estadismo. Pues únicamente llamó a cerrar filas con el ganador de los comicios
de este primero de Julio, en aras del fortalecimiento de la democracia, cosa
que me parece todos debemos de hacer en pro de un ambiente democrático y de
civilidad social.
Quizá estuvo de más haber afirmado que el ganador estaba ya a la vista
haciendo referencia a las encuestas que es propio mencionar, no tienen la
solidez suficiente como para dictaminar de antemano un posible victorioso, pues
son sólo una muestra representativa que no determina la tendencia de voto de
los millones de mexicanos en posibilidad de sufragar. Ese fue, muy probablemente,
su error y que lo ha puesto nuevamente en el centro del escándalo, al que ya
está acostumbrado visitar frecuentemente.
¿Vicente Fox un traidor?, me parece que no, me parece más bien que su
actitud de megalómano no le permite estar fuera de los escenarios mediáticos,
aunque para ello tenga que recurrir al escándalo perenne.