miércoles, 12 de octubre de 2011

RIESGOSO CRÉDITO

Sin duda alguna, uno de los factores que provocaron la crisis de 2008 y de la cual aún no podemos recuperarnos se encuentra ligada directamente a la emisión indiscriminada de crédito bancario por parte de entidades financieras sin haberle dado la importancia debida a la cuestión referente a la solvencia de los beneficiarios de estos créditos.
Países como Estados Unidos, en donde se originó la crisis inmobiliaria derivada de la falta de pagos de los clientes, es un país que en la actualidad se encuentra al borde del colapso fiscal y financiero precisamente por depender demasiado del crédito; inclusive, los llamados PIIGs (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) tienen serios problemas de déficit por abusar salvajemente del crédito y endeudarse de tal manera que la palabra déficit público se ha vuelto endémica en éstas naciones.
Por todo esto es fácil comprender la peligrosidad del crédito en cualquiera de sus modalidades; tanto aquel que va dirigido a instituciones gubernamentales, como aquel que va dirigido a los particulares.
El problema de entregar crédito a diestra y siniestra sin controles exhaustivos en aras de jugosas ganancias derivadas del cobro de intereses por parte de los prestamistas provoca que una siempre latente cartera vencida (cesación de pagos) excesiva provoque una fuerte descapitalización de instituciones crediticias y ello genere pérdidas en otros sectores dentro de los mismos bancos como lo son el ahorro, las afores y otros dispositivos financieros; ello puede distorsionar seriamente la economía de un país hasta llegar al nada deseado rescate bancario.
Pues bien, esta peligrosa tendencia que genera resultados desastrosos parece no habernos dejado lección alguna, sobre todo a los latinoamericanos; y para muestra lo siguiente: Un estudio de la entidad francesa SOFINCO, arroja los siguientes datos: Chile, el país de la región donde el volumen de crédito medido en porcentaje de PIB es mayor (66%), pues registró en la última década un fuerte crecimiento de préstamos al consumo otorgados por la banca; en Argentina, el crecimiento del crédito fue de 42% el último año, para sumar una masa de capital equivalente a 19% del PIB; en Colombia el volumen de crédito equivale a 31% del PIB, en Perú, los créditos volvieron a subir en agosto a un ritmo anual superior a 20% y en México; según datos del Banco de México; estos indican que en sólo un año aumentó en un millón el número de plásticos asignados, que a junio pasado era de 13,7 millones; por lo que varios analistas expresan ya su preocupación por el aumento del crédito al consumo, especialmente préstamos personales y el número de tarjetas bancarias que se han emitido.
Estos datos suenan realmente escalofriantes, y dadas las condiciones actuales de riesgo en Europa y Estados Unidos, una  nueva crisis, sin importar sus dimensiones, causaría serios estragos en nuestra región que hasta la fecha se ha mantenido al margen de los problemas financieros de los europeos y los estadounidenses debido a la insaciable sed de materias primas que consume China y de la cual nuestra región es su principal abastecedora.
Sin embargo, dicho salvavidas puede hacer agua si no aprendemos de los errores de los demás; tal cual parece ser el camino que lamentablemente estamos tomando sin la más mínima regulación gubernamental.