Disertaba en mi clase de Historia de México el tema referente al Centralismo y el Federalismo, cuando inevitablemente, algunos de mis alumnos comenzaron a cuestionarme sobre este tema relacionado con los gobiernos estatales actuales, particularmente el de nuestra entidad y su actual escándalo de endeudamiento; luego recordé dos artículos publicados en Sin Censura, uno de Humberto González y el otro de Juan Veloz.
Los dos hacían referencia al actual endeudamiento de Coahuila, el primero como buen lisonjeador, defendía al gobierno moreirista y contraatacaba con el ya desgastado argumento de 50 mil muertos de Calderón. Mientras que el otro señalaba el centralismo que orilla a los gobiernos estatales a endeudarse considerablemente.
Desde la promulgación de la constitución de 1824, México adopto (o más bien copió, y muy mal copia por cierto) el sistema federalista de los Estados Unidos, a partir de ese momento, en nuestra carta magna, o sea, en la teoría, nuestro país vive en un federalismo, democrático y representativo; sin embargo, en la práctica, la dictadura de Santa Anna, la de Porfirio Díaz y la Dictablanda Priísta de 70 años habrían de dar fe del verdadero escenario que vivía México, me refiero al Centralismo en todo su esplendor.
Y es que no solo todas las decisiones provenían del centro, sino la designación de los gobernadores y alcaldes aterrizaban desde la cúpula del poder presidencial federal; lo mismo pasaba con la asignación de recursos.
No fue sino hasta el año 2000, cuando se dio por primera vez la alternancia política en el ejecutivo, que el poder central se resquebrajo y dichos pedazos de poder fueron a caer a las entidades federativas dándoles a los gobernadores todo el poder para volverse amos y señores en sus feudos federativos.
Ahora como nunca, los estados poseen mas atribuciones y poder que en cualquier etapa de nuestra historia. Y por si no lo sabía el señor veloz, los estados no están abandonados por la federación, se endeudan por que no quieren asumir el costo político que supondría crear más impuestos dadas las facultades que se les otorgaron en 2007; además gran parte del gasto en estados como Coahuila, se fue en asistencialismo y populismo; no conforme con eso el señor Veloz afirma que los bancos jamás prestarían más de lo que su cliente pudiese pagar, tal cual lo hacen con los individuos. Le informo al señor, que un banco jamás va a ver del mismo modo a una persona que a una instancia de gobierno, pues el banco presta indiscriminadamente a cualquier gobierno, sabedor de que hay garantías para recuperar sus préstamos, y aunque dicha instancia gubernamental quebrara por mala administración, siempre aparecerá el llamado rescate bancario (que más bien es del gobierno, pero el que sale ganando es la banca), tal cual ocurrió con el Municipio de Cuatrociénegas.
Nunca, jamás, de ninguna manera un banco exigirá a una persona física los mismos requerimientos que le exige a una instancia de gobierno, pues esta última estará siempre respaldada por los pobres contribuyentes cautivos.
Por su parte, al señor González Loza le informo que la deuda efectivamente se puede pagar, pero da la casualidad de que en lugar de pagarla, el gobierno de Moreira se dirige inevitablemente a incrementarla; por ello la reforma que acaban de cocinar que les permite el aumento del crédito. Y si ahora estamos en crisis de seguridad, no fue por culpa de los panistas, el problema ya estaba ahí, y creció por más de 50 años bajo el auspicio priísta.
Definitivamente; el federalismo es una realidad, tan es así, que estados como Coahuila seguirán endeudándose salvajemente en nombre de la autonomía e independencia derivada del pacto federal y ese sobreendeudamiento, no es defendible bajo ninguna circunstancia.