sábado, 21 de mayo de 2011

CAMPAÑAS EN COAHUILA

Han dado inicio legalmente el pasado 16 de Mayo en nuestra entidad y tienen el objetivo de ganar simpatías y convencer al electorado coahuilense con miras a la renovación de nuestro congreso y poder ejecutivo estatal: me refiero a las campañas políticas.
Dichas campañas en su mayoría mediáticas, se han recrudecido e intensificado conforme avanza el tiempo de las mismas; por lo que los diversos partidos han lanzado sus miles de spots para imbuir al electorado harto ya de por si de la incansable campaña mediática del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPC).
Redes sociales: Twitter, Facebook; Radio, Televisión y Prensa escrita nos bombardean calamitosamente presentándonos las plataformas de los diversos Partidos Políticos que compiten en dicha contienda electoral.
Resaltan dos campañas que por provenir de los dos partidos políticos más fuertes en estos momentos en nuestra entidad llaman poderosamente la atención de simpatizantes; indecisos y apolíticos: Las campañas políticas de Rubén Moreira y Guillermo Anaya del PRI y PAN respectivamente.
Sus campañas se pueden ubicar mediáticamente en dos fases; las positivas y las negativas.
Las positivas son presentadas bajo dos slogans simples pero cargados de significado.
El priísta usa un lema popular denominado “Más Mejor”; aludiendo a la continuación de las políticas populistas de Humberto Moreira lo que le permitió la edificación de clientelas electorales y que le han facilitado a su hermano Rubén la postulación y muy probablemente la gubernatura de Coahuila; pero que dicho slogan refleja un lugar común y un modismo cargado de populismo y de cercanía hacia las clases más ínfimas de la pirámide social.
El lema resulta contagioso, sin embargo, su propuesta y plataforma política resultan ser más de lo mismo sin proponer realmente soluciones a los problemas de Coahuila, particularmente el de la inseguridad; sobre la cual afirma que el de eso se va a encargar (¿o acaso será pactar?).
Cabe hacer mención, que en su discurso inaugural mencionó a una sarta de héroes coahuilenses importantes en la historia nacional, sin embargo, dejó de lado al más importante de ellos y a quien la historia le atribuye no solo el inicio de la Revolución Mexicana; sino que también lleva el mote del “apóstol de la Democracia”; me refiero a Francisco I. Madero. Definitivamente un aspecto muy raro.
Por su parte, el panista Guillermo Anaya bombardea a través de los medios bajo su lema: “Mi familia es Coahuila”; seguramente para tratar de contrarrestar el populismo de los Moreira que lo colocan como un candidato ajeno a la problemática social coahuilense y lo vinculan familiarmente con el Presidente de la República y con capos de la droga de este país.
Sus propuestas y plataforma política son iguales de estériles y generales que las de su adversario, centrada principalmente en resaltar sus anteriores victorias en las que sometió al PRI en cuatro ocasiones consecutivas. Quizá con ello tratando de intimidar s sus adversarios mostrándoles que lleva una racha imparable y que ha salido avante aún y pronósticos no tan favorables en aquellas otras ocasiones.
Por otro lado, se encuentran las campañas negativas; aquellas que resaltan del priísta el nepotismo que conlleva su postulación como candidato a gobernador, el incremento de la delincuencia organizada  en la entidad y su ascenso derivado de la sombra de su hermano.
Para el panista las cosas no pintan nada bien, con acusaciones de nexos con narcotraficantes, así como la incongruencia de prometer un Coahuila seguro cuando ni siquiera le pudo dar seguridad a su hijo fallecido son los temas que abordan las campañas negativas principalmente en Internet.  
Son campañas sucias cargadas de toda intención peyorativa y conculcadora del orden legal que, cabe mencionar, no pudo regular el amplio espacio que representa la Web.
En síntesis, las campañas representan en sí mismas toda una avalancha de información que tienen el objetivo de ganar la confianza del ciudadano, para ello, se hace uso de los tiempos del Estado en medios de comunicación administrados por el Instituto Federal Electoral (IFE). Lamentablemente, los Partidos Políticos han vuelto dicho espacio monótono, superficial y poco pragmático al ofrecernos más de los mismo sin proponer reformas sustanciales o transformaciones a largo plazo de gran calado; por ello vuelven fastidioso el espacio al que tienen derecho en los medios de comunicación; sin miedo a equivocarme, me parece que en esta elección los Partidos recibirán una dosis de indiferencia y difícilmente vencerán al abstencionismo.
De poco sirven las campañas de mercadotecnia eficientes que logran que la canción se vuelva pegajosa si las propuestas no reflejan mas que la generalidad de acciones sin rumbo fijo y sin objetivos debidamente delineados.

LAMENTABLE
Resulta lamentable la calificación que nos ha otorgado The Freedom House; al calificarnos como un país NO LIBRE en relación a la libertad de expresión.
La inseguridad en que se desempeñan los periodistas y los atentados que han sufrido son los responsables de este nuevo golpe a nuestra imagen hacia el exterior que sin duda resulta una vergüenza que al gobierno parece no incomodarle.