jueves, 12 de mayo de 2011

IEPCC: LUCHA POR LA DEMOCRACIA

Con el nombre de esta columna, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Coahuila (IEPECC), lleva a cabo eventos de carácter pugilista en los diversos municipios y regiones de nuestro Estado con el fin de promover la participación ciudadana a través del sufragio el próximo Domingo tres de julio en la elección de diputados y gobernador.
La lucha tiene una historia alegórica, tres luchadores que representan valores como la legalidad y el voto enfrentan a una triada de malignos que representan por su parte la ilegalidad y el abstencionismo; acompañados de una fémina luchadora llamada la “Bella Democracia” quien es secuestrada por los malos y debe ser rescatada con el apoyo de la sociedad.
La idea en si trata de vender la necesidad de acudir a las urnas y vencer el abstencionismo electoral y ser partícipes del desarrollo de valores cívicos entre los ciudadanos; idea que, cabe mencionar, es loable y digna de honorarios, sin embargo, el aspecto coyuntural de dicha acción vuelve sumamente cuestionable dicho evento y pone en tela de juicio la efectividad del mismo.
En su artículo 68, el Código Electoral del Estado de Coahuila menciona en el inciso “F” lo siguiente: “el instituto tendrá por objeto llevar a cabo la promoción del voto y coadyuvar a la difusión de la educación cívica y la cultura democrática”.
El problema es que no dice cuándo; ya que el IEPCC está actualmente realizando dicha promoción, pero exclusivamente en un lapso coyuntural, es decir, días antes de las campañas y ya muy avanzado el proceso electoral en la entidad.
La labor de promoción del voto y la educación cívica deben de trabajarse de manera más periódica y no exclusivamente cuando el tiempo se ha agotado; la actitud del IEPCC me recuerda a mis alumnos cada vez que les encargo algún material con días de antelación y se esperan hasta el día de la revisión media hora antes para tratar de conseguirlo. De esa manera actúa el IEPCC. Recurriendo a la promoción del voto cuando los demás años en que no hay proceso electoral dicha promoción duerme el sueño de los justos y no trasciende la letra muerta.
Por ello la participación resulta siempre paupérrima y celebramos como buenos conformistas haber vencido el abstencionismo al superar el 50% de la votación, cuando debería llenarnos de vergüenza pasar de panzazo en cada elección. Mucha de esta culpa es atribuible en parte a la falta de verdadero profesionalismo del Instituto y su área de educación cívica y la otra parte, a los desprestigiados partidos políticos, o en resumidas cuentas, a todo el sistema electoral y de representación popular en nuestra entidad.
La labor del Instituto no ha sido entendida por sus propios integrantes, el IEPCC es brillante en su área de capacitación y preparación del proceso electoral, no obstante, una cosa va en detrimento de la otra, de poco sirve confeccionar un excelente operativo de captación del voto si no se promueve la asistencia de los ciudadanos a las urnas más que en un breve periodo bajo la consigna de salir del paso.
Definitivamente, la organización de las elecciones no sólo conlleva aspectos técnicos, sino también aspectos de confección de ciudadanía, labor que hasta la fecha no ha sido comprendida a cabalidad en el IEPCC.