Con este nombre; cuyo acrónimo en delante será SPL; y mediante su uso cualquier persona podía revisar aunque fuera de manera lacónica y sin intenciones peyorativas sino, exclusivamente en la sintonía de ejercer ciudadanía informada; el desempeño particular de cada uno de los miembros de nuestro congreso local en la página del congreso de Coahuila ; es decir, la producción legislativa de cada uno de los representantes populares con respecto a iniciativas de nuevas leyes, iniciativas de reformas de leyes, abrogaciones de leyes, iniciativas de decreto; etc., etc.
Ello forma parte (o más bien formaba) de lo que debe ser la llamada Rendición de cuentas; o como lo menciona Andreas Schedler: accountabilty.
La Rendición de Cuentas, supone la información que mínimamente todo aquel individuo o institución que lleve el mote de público debe presentar en tiempo y forma ante la sociedad en su conjunto; a diferencia del acceso a la información, la rendición de cuentas está sujeta a la buena disposición de los sujetos obligados. Pues bien, el SPL lleva un buen tiempo que desapareció del portal del congreso local; ello trae como consecuencia un atentado directo contra la rendición de cuentas y, consecuentemente, contra la Transparencia y el acceso a la información y los ciudadanos de todo Coahuila.
Es una verdad de Perogrullo que los legisladores cobran mucho y hacen poco, sin embargo, al no regresar periódicamente al distrito que supuestamente representan a rendir informes de su trabajo, salvo que se avecine alguna elección en la cual les interese participar, al menos uno podía revisar su laxo desempeño a través de la página electrónica, y la verdad dicho desempeño dejaba mucho que desear. Cabe mencionar que no todos presentaban un desempeño mediocre, no obstante, la mayoría adolecía del mal de la abulia. Tal vez por ello decidieron suprimir tan interesante e importante enlace que ponía de manifiesto su desempeño laboral. Ahora lo que los interesados en dichos temas debemos hacer si queremos conocer dicha información es realizar solicitudes de acceso a la información y navegar por esos tortuosos mares procedimentales diseñados exclusivamente para extenuar a todo aquel individuo que intente ejercer ciudadanía y que representan la ley de transparencia de Coahuila y su diletante componente el ICAI.
Seguramente los legisladores se dieron cuenta de que por cada procedimiento legislativo que sucede en el congreso el merito es para todos, pero que el merito se vuelve personal y no beneficia a los demás si se mide el desempeño particular de los integrantes de la cámara local. Por ello resulta más plausible eliminar cualquier dispositivo que suponga evaluación personalizada; no vaya a ser que queden más expuestos y que entonces la abulia y la parálisis legislativa tengan nombre y apellido, aunque ello signifique un retroceso más en la lucha contra la opacidad y las malas prácticas.
IRONÍA.
Ahora resulta que los periodistas extorsionan a los narcos; Sergio Villarreal, El Grande, acusó al reportero de Proceso, Ricardo Ravelo, de exigirle dinero para que no hablara del capo en dicho medio de comunicación, pero el grande se negó porque ya le había dado varios miles de dólares. Como se nota que el gobierno federal busca proteger a Calderón y al senador Anaya con historias que resultan inverosímiles y pueriles.