jueves, 25 de mayo de 2017

LAS CANDIDATAS

El viejo adagio es sugestivo y contundente: “cada pueblo tiene el gobierno que merece”, no obstante, en lo personal, me parece que el adagio debe ser antecedido por otro más determinante: “cada pueblo tiene los candidatos que merece.” Y es que, desde hace muchos años, al menos desde que tengo uso de razón, San Pedro de las Colonias ha sido un pueblo subdesarrollado, mediocre, al garete, dirigido por políticos que simplemente no tienen capacidad para detonar el crecimiento y desarrollo en dicho espacio gubernamental. Las autoridades, hasta la fecha, se han dedicado a administrar el pauperismo y a buscar perpetuarse en el poder sin aportar acciones pragmáticas que beneficien al municipio, tal es caso de personajes como José Luis Flores Méndez, quien ha evitado “vivir en el error” al estar siempre inserto en la nómina del servicio público. Para el actual proceso electoral local en nuestra Estado, se presentan varias propuestas políticas en San Pedro de las Colonias, dentro del cual cabe destacar la presencia de dos mujeres con posibilidades bastante reales y asertivas de ocupar la presidencia municipal, no obstante, estas dos candidatas, reflejan la realidad de nuestro actual y “sui generis” sistema representativo: mediocridad, diletancia, y continuidad en la senda del subdesarrollo. Por un lado, se presenta Martha Wong, quien simplemente recurre al apellido del ex alcalde Emilio Marcos Wong, su hijo, quien falleciera en un lamentable accidente, para presentarse como una alternativa de “cambio” frente a un gobierno encabezado por Juan González, que sencillamente rayó en el simplismo y la mediocridad y que solo fue defendido por su fiel lacayo locutor de la radio local. Con esa simple carta, la susodicha se presenta como la opción ideal para tomar las riendas de un municipio que requiere mucho más que una reminiscencia nostálgica amparada en un apellido que simplemente rayó en el populismo. Por otro lado, la ex diputada, Ana Isabel Durán Piña, que simplemente representa el tipo de servidor público que encaja en el término de abulia legislativa, pues como diputada, en 2015, presentó solo tres reformas, y una especie de iniciativa para conmemorar el día de la tartamudez, en lo personal, me pregunto de qué manera se conmemora ese día, pues es hasta la fecha que no he visto un solo evento al respecto cada 22 de Octubre, día de la tartamudez. Para 2016, de igual manera, presentó solo dos reformas y una iniciativa. Es preciso señalar que las reformas son simples modificaciones a artículos ya existentes, mientras que las iniciativas requieren más esfuerzo y desde luego atienden situaciones que requieren regulación inmediata, y para el caso de la ex diputada, en dos años de trabajo, solo presentó una sola iniciativa y las demás reformas, que rayaban en el simplismo como por ejemplo la Iniciativa con proyecto de Decreto por el que se reforma el artículo 24 de la Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Coahuila de Zaragoza, mediante la cual propone que se establezca como obligación y atribución de la Secretaría de Cultura del Estado, instituir la Banda de Música del Estado. Es decir, su desempeño simplemente fue patético y simplista y con esas cartas, busca la alcaldía de un municipio que simplemente está estancado en un abismo calamitoso lleno de desesperanza. Decepcionantes opciones sin duda alguna, augurios lamentables para San Pedro de las Colonias. El pernicioso continuismo merodea, amenaza en la figura de estas candidatas a un pueblo que simplemente no ha querido crecer.