Aún y pese a la crisis de legitimidad, confianza y prestigio por la que atraviesan los partidos políticos de manera genérica en nuestro país; aún y pese a la crisis económica que, inexorablemente, azota al grueso de la población en nuestra entidad; y una vez cumplidos los requisitos (exiguos: 0.26% del padrón electoral) que solicita el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC); acaba de nacer el último nuevo partido político en nuestra entidad previo al proceso electoral que dará inicio en Noviembre próximo con miras a renovar el ejecutivo y legislativo estatal. Me refiero al Partido Primero Coahuila (PPC); encabezado por el inveterado político Jesús Contreras Pacheco.
Jamás he estado en contra de las expresiones políticas de los diversos grupos; ni mucho menos de la existencia de los mismos; siempre he sido un fiero defensor del pluralismo político a sabiendas de la heterogeneidad de nuestra sociedad. Sin embargo, resulta aberrante la facilidad con la que en nombre de la pluralidad se erigen entes políticos, luego transformados en franquicias, que están destinados a vivir del erario sin contribuir en nada para con la sociedad. Los llamados Partidos Morralla; generalmente viven (y así lo ha demostrado fehacientemente la historia en nuestro país) gracias a las coaliciones con los partidos grandes en cada elección. Y su único pragmatismo y utilidad van dirigidos a la cúpula dirigente de los mismos. Partidos como el Verde Ecologista; Nueva Alianza; Convergencia; y el extinto Social Demócrata son entidades políticas cuya permanencia esta en función de sus alianzas producto de nuestra disfuncional legislación electoral. Para empezar; los requisitos para la confección de un partido político suelen ser exiguos; en Coahuila con cerca de 7.000 personas un líder social tiene derecho a recibir una jugosa tajada del erario producto de los impuestos del pueblo para gastarlos como le vengan en gana; puesto que la labor fiscalizadora del IEPC resulta ser mediocre y deja mucho que desear.
Paradójicamente, para llevar una iniciativa ciudadana al congreso de nuestro estado se necesitan 50.000 firmas según la ley de participación ciudadana de nuestra entidad. Pienso, que los números deberían ser inversamente proporcionales. Ya que el fin último de la iniciativa beneficia al grueso de la población; mientras que un partido sólo beneficia a sus líderes; quienes –haya elección o no- reciben una considerable tajada de recursos públicos que bien podrían utilizarse, por ejemplo, en programas para preparar y actualizar a los maestros cuyo desempeño resulta mediocre según los recientes resultados de la prueba ENLACE.
Aquí también surge el dilema de la sobrerrepresentación; al clamor de la pregunta ¿Es necesaria la existencia de numerosos partidos para garantizar la representación popular? Me parece que la respuesta es no; aún y con la existencia de numerosos partidos la sociedad no se siente representada por los mismos ni mucho menos confía en los partidos políticos (revisar ENCUP). Finalmente, en tiempos de crisis económica resulta un insulto a la sociedad la dilapidación de recursos por dichos entes políticos. Por lo pronto; y para demostrar lo aquí mencionado; el dirigente de ese partido (PPC) afirmó que para la siguiente elección en donde se estrenan; irán en coalición con algún partido grande. Que analizarán las opciones; ello significa que analizarán las probabilidades de victoria de los diversos partidos para no errar y perder el registro; y claro; colocar a sus dirigentes –que por cierto serán plurinominales- en la próxima conformación del congreso local. Y ni hablar de los objetivos: abatir el abstencionismo (que siempre es el gran ganador en todos los comicios en nuestro país); ver por los más necesitados (que somos mayoría); abrir puertas a los jóvenes (¿entenderán la magnitud de este objetivo en particular?); ver por las madres y tercera edad así como rescatar el campo. Vaya postulados; una cosa es hablar bonito y mencionar estos sectores (votos) vulnerables para atraerlos y otra es cumplir realmente lo que se dice; el PCC es igual que todos los demás partidos: nos enumeran un montón de objetivos; sin embargo, olvidan decirnos los cómos y cuándo. Lo que es seguro; es que este nuevo ente viene a reforzar el selecto grupo de partidos morralla; y que en ciencia política se les conoce como pragmáticas bisagras. No obstante; como todos; merece el corto beneficio de la duda.
INCONGRUENCIA.
Qué incongruente se mira el PRI exigiendo la reducción del IVA en un punto porcentual cuando ellos mismos fueron quienes apoyaron dicho aumento; que incongruente se ve ese partido al exigir al espurio de Calderón dar su informe ante el congreso si fueron ellos mismos quienes abolieron el día del presidente.
Jamás he estado en contra de las expresiones políticas de los diversos grupos; ni mucho menos de la existencia de los mismos; siempre he sido un fiero defensor del pluralismo político a sabiendas de la heterogeneidad de nuestra sociedad. Sin embargo, resulta aberrante la facilidad con la que en nombre de la pluralidad se erigen entes políticos, luego transformados en franquicias, que están destinados a vivir del erario sin contribuir en nada para con la sociedad. Los llamados Partidos Morralla; generalmente viven (y así lo ha demostrado fehacientemente la historia en nuestro país) gracias a las coaliciones con los partidos grandes en cada elección. Y su único pragmatismo y utilidad van dirigidos a la cúpula dirigente de los mismos. Partidos como el Verde Ecologista; Nueva Alianza; Convergencia; y el extinto Social Demócrata son entidades políticas cuya permanencia esta en función de sus alianzas producto de nuestra disfuncional legislación electoral. Para empezar; los requisitos para la confección de un partido político suelen ser exiguos; en Coahuila con cerca de 7.000 personas un líder social tiene derecho a recibir una jugosa tajada del erario producto de los impuestos del pueblo para gastarlos como le vengan en gana; puesto que la labor fiscalizadora del IEPC resulta ser mediocre y deja mucho que desear.
Paradójicamente, para llevar una iniciativa ciudadana al congreso de nuestro estado se necesitan 50.000 firmas según la ley de participación ciudadana de nuestra entidad. Pienso, que los números deberían ser inversamente proporcionales. Ya que el fin último de la iniciativa beneficia al grueso de la población; mientras que un partido sólo beneficia a sus líderes; quienes –haya elección o no- reciben una considerable tajada de recursos públicos que bien podrían utilizarse, por ejemplo, en programas para preparar y actualizar a los maestros cuyo desempeño resulta mediocre según los recientes resultados de la prueba ENLACE.
Aquí también surge el dilema de la sobrerrepresentación; al clamor de la pregunta ¿Es necesaria la existencia de numerosos partidos para garantizar la representación popular? Me parece que la respuesta es no; aún y con la existencia de numerosos partidos la sociedad no se siente representada por los mismos ni mucho menos confía en los partidos políticos (revisar ENCUP). Finalmente, en tiempos de crisis económica resulta un insulto a la sociedad la dilapidación de recursos por dichos entes políticos. Por lo pronto; y para demostrar lo aquí mencionado; el dirigente de ese partido (PPC) afirmó que para la siguiente elección en donde se estrenan; irán en coalición con algún partido grande. Que analizarán las opciones; ello significa que analizarán las probabilidades de victoria de los diversos partidos para no errar y perder el registro; y claro; colocar a sus dirigentes –que por cierto serán plurinominales- en la próxima conformación del congreso local. Y ni hablar de los objetivos: abatir el abstencionismo (que siempre es el gran ganador en todos los comicios en nuestro país); ver por los más necesitados (que somos mayoría); abrir puertas a los jóvenes (¿entenderán la magnitud de este objetivo en particular?); ver por las madres y tercera edad así como rescatar el campo. Vaya postulados; una cosa es hablar bonito y mencionar estos sectores (votos) vulnerables para atraerlos y otra es cumplir realmente lo que se dice; el PCC es igual que todos los demás partidos: nos enumeran un montón de objetivos; sin embargo, olvidan decirnos los cómos y cuándo. Lo que es seguro; es que este nuevo ente viene a reforzar el selecto grupo de partidos morralla; y que en ciencia política se les conoce como pragmáticas bisagras. No obstante; como todos; merece el corto beneficio de la duda.
INCONGRUENCIA.
Qué incongruente se mira el PRI exigiendo la reducción del IVA en un punto porcentual cuando ellos mismos fueron quienes apoyaron dicho aumento; que incongruente se ve ese partido al exigir al espurio de Calderón dar su informe ante el congreso si fueron ellos mismos quienes abolieron el día del presidente.