El 19 de Diciembre del año en curso; llegó a su fin la tregua que mantenía el cese de hostilidades en oriente medio entre israelíes y palestinos; estos últimos asentados en la Franja de Gaza; dominada por el grupo fundamentalista Hamas.
Desde entonces, Israel incremento la vigilancia y la presión en los pasos fronterizos de Gaza; lo que repercutió de manera considerable en el suministro de insumos básicos para la subsistencia de la Franja.
La respuesta de Hamas al bloqueo israelí; fue el constante lanzamiento de cohetes hacia territorio sionista; principalmente a las ciudades de Sderot y Askhelon. Esto produjo que la tregua de tan sólo seis meses de duración se fragmentara por completo. El resultado: el sábado 27 de diciembre, Israel lanzó un ataque de proporciones considerables en contra de Gaza y del gobierno de Hamas. Hasta la conclusión de este artículo; el número de muertos ascendía a 300; de los cuales la mayoría; según Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), son civiles; no militantes de Hamas. Aunado a esto; el parlamento Israelí –knesset- llamo a servicio a mas de seis mil reservistas de las fuerzas armadas; por lo que no se descarta una incursión masiva sobre territorio palestino.
De poco o nada han servido los acuerdos logrados por la comunidad internacional en aras de frenar el conflicto israelí-palestino; ni los acuerdos de Oslo; ni la hoja de Ruta; ni la reciente conferencia de Annapolis protagonizada por George Bush han logrado encaminar un exitoso proceso de paz. En el 2006; Hamas ganó las elecciones parlamentarias en Palestina de manera legítima; pero al ser considerada una facción terrorista, se le fue arrebatado lo que legítimamente ganó en las urnas. Su líder, Ismael Haniya, fue depuesto y su lugar ocupado por un poco influyente y desconocido: Salam Fayad.
Esto provoco que Hamas huyera (de Cisjordania) y se apoderara de la Franja de Gaza; con la consiguiente historia que ya todos conocemos.
El problema; no obstante, sigue siendo el mismo de siempre: la exclusión de Hamas de todas las negociaciones de paz; en el supuesto de que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) representa a todos los palestinos; cuando esto no sucede exactamente así. No por nada Hamas gano en elecciones el parlamento en 2006. De igual manera; Israel, quien dice estar preparada para la negociación; debió prohibir los asentamientos israelíes en Jerusalén como medida para la devolución de territorios palestinos; sin embargo, la construcción de los mismos no ha disminuido, sino todo lo contrario; se ha incrementado; a la vez que ha ido en aumento la presión sobre las fronteras de la franja de Gaza en detrimento de la calidad de vida de los palestinos.
Ni Hamas tolerara nunca la presencia de Judíos en Palestina; ni tampoco Israel cederá así nada más los territorios obtenidos tras la guerra de los seis días en 1967; lo que supuso el incremento de su territorio de 21.000 a 70,000 kilómetros cuadrados.
Este acontecimiento, nos demuestra, pues, una vez más la ineficiencia de los acuerdos internacionales; ni el cuarteto de paz; ni la ONU; ni la Unión Europea, ni los Estados Unidos podrán nunca resolver el eterno conflicto palestino, a menos que haya un verdadero acuerdo en el que se incluya tanto a Hamas como a Fatah; y que los partidos políticos regionales se pongan de acuerdo en resolver este ya inveterado conflicto; producto del mandato de la ONU en 1947 de dividir Palestina en dos y dar vida al Estado de Israel. Ese es sin duda; el verdadero reto a vencer si es que en verdad aspiramos a ver paz algún día; en aquella región del oriente medio.