Se trata, sin lugar a dudas y guardas todas las proporciones, de la
conformación de un grupo de “autodefensa”. Se hacen llamar “Fuerza Fovissste”,
y está conformada por vecinos de dicha colonia en la ciudad de Piedras Negras,
Coahuila. Desde luego que no es un suceso trivial ni que deba pasarse por alto,
pues en la esencia de su eclosión, este grupo solo desnuda una realidad de la
cual es imposible sustraernos: el Estado ha sido rebasado en sus funciones
básicas como el de la seguridad pública y la impartición de justicia. Ya ha
sucedido en otras latitudes con grados disímbolos de trascendencia, pero en
esencia son lo mismo, grupos de personas que buscan establecer la llamada “justicia
por mano propia” ante una autoridad incompetente que no puede dar solución a
los graves problemas de inseguridad. Estos vecinos no dejan lugar a dudas, pues
en letreros ubicados en dicho sector advierten que impartirán justicia a
criterio si atrapan a cualquier delincuente en flagrancia. Este suceso nos
lleva a preguntarnos tajantemente ¿y dónde está el Estado?, ¿en dónde está la
autoridad que no solo garantice la seguridad, sino la prestación de servicios
públicos elementales?, puesto que parte del problema estriba, según los
vecinos, en la misma falta de alumbrado público que propicia las condiciones
para que los delitos afloren. Es cierto que los delincuentes retan a las
autoridades cada vez que cometen felonías, pero que la sociedad se disponga a impartir
justicia es bastante aterrador y supone otro gran reto que requiere atención
inmediata. Y es que el problema radica en
que esta clase de justicieros son aplaudidos por una sociedad harta de
la inseguridad y de la ineficiencia del Estado como garante del orden. No
debemos ir tan lejos para comprobarlo, apenas este 31 de Octubre tres
asaltantes fueron asesinados por un pasajero del camión al que asaltaban en la
carretera México-Toluca, hecho que ha sido aplaudido por la sociedad y da el
visto bueno para suplantar al Estado en sus funciones. Pero también hay que
recordar cuando estos justicieros se equivocan y masacran a inocentes tal y
como sucedió con los encuestadores en
Ajalpan, Puebla, hace poco más de un año. Que fueron confundidos con delincuentes
y bajo la ira de una turba enfurecida fueron asesinados mediante machetazos e
incinerados todavía vivos.
Se trata de un principio constitucional: El Estado posee el monopolio del
uso de la fuerza pública. De ninguna manera la sociedad debe establecer
criterios comunales de impartición de justicia ni de labores de seguridad
pública, pero también el Estado y sus autoridades de los tres ámbitos deben reflexionar
sobre su ineficiente desempeño y comenzar a diseñar políticas públicas que
tiendan a recuperar la confianza de los ciudadanos a través de la prestación de
servicios de calidad. Está en juego la supervivencia del Estado, está en juego
la integridad de muchos inocentes, está en juego la misma esencia de la
Democracia basada en el Estado de Derecho.