Es un lugar común escuchar frases como: “no hay nada más hermoso que ser
madre”, “es una bendición poder dar a luz a un ser vivo”, y muchas otras
expresiones del mismo corte que intentan evidenciar la maravilla y el milagro
de la maternidad. Todas ella están ciertamente en lo correcto, pues no hay
celebración más grande y emotiva que el día de las madres. No obstante, la
maternidad como fenómeno social tiene su lado oscuro en nuestro país, lo cual
pone en evidencia una realidad lesiva y
que lastima a muchas mujeres para quienes la maternidad no es necesariamente
una bendición. Y es que la organización internacional Save The Children, acaba de publicar un informe bastante sugestivo
con datos que deben alarmarnos como sociedad, el análisis titulado: “Estado
Mundial de las Madres: embarazo y maternidad en la adolescencia”, le dedica un
apartado especial a nuestro país, en el cual se elabora un listado con los
Estados en los cuales ser madre no es necesariamente una congratulación. Y es
que no se trata del solo hecho de dar a luz y criar un hijo, sino de ofrecerle
al mismo las condiciones que le permitan crecer en un ambiente saludable y en
un entorno en el cual se desarrolle como ser humano a través de servicios de
calidad y educación pertinente.
Los datos son verdaderamente alarmantes. Para empezar, se mencionan los
diez peores Estados para ser madre, mismos que resultan ser: Chiapas, Guerrero,
Durango, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, México, Tlaxcala, COAHUILA, Yucatán y
Veracruz. Y es que de la suma de estos
agraciados, se obtiene números tan perniciosos como los siguientes; 1 de cada 5
nacimientos en México es de una mujer adolescente menor de 20 años de edad, una
tercera parte de los embarazos en adolescentes no son planeados, cerca del 40%
de los embarazos en adolescentes que pertenecen a un estrato socioeconómico bajo
son deseados, es decir, se perpetua la pobreza, así mismo, más del 53% de las y
los adolescentes identifican su escuela como el lugar en donde recaudan mayor
información sobre sexualidad. Aunado a esto, existe un alza de 137 a 142
defunciones (del 12.71% al 13.89% en 5 años) del total de muertes maternas, el
70% de las muertes maternas adolescentes de presentaron bajo atención médica,
en los primeros dos años de este sexenio, se registraron 394 NACIMIENTOS EN
NIÑAS DE 10 AÑOS.
El 11.85 de las madres adolescentes que abandonaron la educación media
superior, reportaron que el embarazo fue la causa de su deserción escolar; 59%
de las adolescentes de 12 a 19 años con antecedentes de embarazo solo cursaron hasta la secundaria,
finalmente, 33% de las mujeres de 20 a 24 años que fueron madres adolescentes
se encuentran en el quintil más pobre de nuestro país.
Definitivamente, la maternidad es una etapa única, esplendorosa, pero que
debe ser bien planeada, pues las cifras mencionadas distan mucho de presentar
la maternidad como una bendición o un estado de gozo y satisfacción y nos plantean
la urgencia de tomar medidas para evitar que no solo las adolescentes atreviesen
dicha etapa llena de aflicciones y pesares, sino que los hijos tengan mayores
oportunidades de desarrollo en un país carente de las mismas y una vida de
calidad en un entorno apropiado para las madres y sus hijos.